viernes, 9 de abril de 2010

Lo que se esconde dentro del narco


Por Martín Granovsky
(Página 12, Buenos Aires)

Los periodistas acostumbran discutir si deben imponerse a sí mismos restricciones para entrevistar a una persona cuando se trata de un asesino o de alguien buscado por la Justicia. Julio Scherer García suele terciar en esa polémica con esta frase: “Si el diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos”.

A los 84 recién cumplidos, Scherer es una de las leyendas de México. Pero una leyenda viva: tal como publicó Página/12, acaba de aceptar una entrevista con el narco Ismael Zambada García, “El Mayo”, jefe del Cartel de Sinaloa, y escribió la nota. La tapa del semanario Proceso los muestra juntos para atestiguar que fue verdadero el encuentro en el que Scherer preguntó a Zambada cómo se inició en el narco y él contestó: “Nomás”. “¿Nomás?”, repreguntó Scherer. “Nomás”, repitió Zambada.

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Scherer fue director del Excelsior hasta 1976, cuando el entonces presidente Luis Echeverría decidió tumbar el proyecto editorial del diario. La historia está contada en dos novelas, La guerra de Galio, de Héctor Aguilar Camín, y Los periodistas, de Vicente Leñero.

En cuanto a Proceso, no es una revista pro-narco sino lo contrario. Critica la guerra militar ejecutada por el presidente Felipe Calderón porque ya produjo 18 mil muertos y demostró no ser eficaz para acabar con la criminalidad y la violencia.

Scherer muestra a un Zambada de 60 años, casado, padre de cinco mujeres, con 15 nietos y un bisnieto, y capaz de hablar con realismo cínico sobre la militarización de la lucha antinarco: “Es una guerra perdida porque el narco está en la sociedad, como la corrupción”.

Zambada dice que siempre tiene miedo, que lo atraparán “en cualquier momento o nunca”, y que por eso se encierra en el monte mientras dirige sus negocios en México o en los Estados Unidos, donde desde 2003 figura en la lista de buscados.

Al margen de la entrevista, el último número de Proceso acompaña un informe que detalla la capacidad de “penetración institucional” del narco, incluyendo “el ejército, sus cuantiosas actividades financieras y su aptitud logística para mover droga, dinero y armas”.

Da un ejemplo: Jesús Vizcarra Calderón, sospechado de vinculaciones con el narco y precandidato del Partido Revolucionario Institucional, hoy en la oposición, a gobernar Sinaloa.

Heredero del Partido Nacional Revolucionario y del Partido de la Revolución Mexicana, el PRI gobernó México con este nombre entre 1946 y 2000. Amplio, fundido por épocas con el Estado y los grandes sindicatos, capaz de nacionalizar el petróleo con Lázaro Cárdenas y emular a Carlos Menem con la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, el PRI da pie para que exista un Vizcarra, pero también un antinarco como el jurista Alfonso Navarrete Prida.

Es interesante la perspectiva histórica de Navarrete. Sostiene que los Estados Unidos, incapaces de disminuir la demanda de droga en su propio mercado, optaron por impedir que la oferta fluyera desde México. Para eso habrían diseñado el plan militar que aplicó Calderón.

Su conclusión es digna de ser tomada en cuenta en todo el continente. “Esto generó que el transportista tuviera que coaligarse con organizaciones locales, de las comunidades, de los municipios, quienes al tener un nuevo elemento que vender evolucionaron rápidamente y entonces empezó la lucha por el territorio, por la plaza, y no por la ruta”, opina. Y remata: “La consecuencia inmediata fue el aumento de la violencia”.

El centroizquierda, en tanto, recomienda centrarse en los problemas sociales y de seguridad interna. Lo dice, por ejemplo, Marcos Carlos Cruz Martínez, del Partido de la Revolución Democrática.

En México, el pico de violencia coincidió con la nueva táctica anti-narco de los Estados Unidos y con la debilidad económica producto de que el país importó la crisis sin barreras, porque el 80 por ciento de su comercio exterior tiene como destino u origen el mercado norteamericano.

Un comentario soltado al pasar en el semanario conservador inglés The Economist añade otro elemento al análisis de la cuestión narco. Un artículo duro contra Ecuador, “La lavandería andina”, critica al presidente Rafael Correa y al mismo tiempo cita que el uso del dólar como moneda local hizo que el país resultara “particularmente atractivo para los lavadores de dinero”.

Correa ya anunció que se propone salir de la dolarización, pero que sólo puede hacerlo a mediano plazo. El reemplazo del sucre por el dólar, decidido en enero de 2000 por el presidente Jamil Mahuad, fue una trampa emparentada con la convertibilidad de Domingo Cavallo y concretada en medio de la misma desregulación financiera internacional que afectó a la Argentina.

¿Saben cómo es el nombre del jefe del equipo que asesoró en 1996 al presidente ecuatoriano Abdalá Bucaram y en 1999 a Mahuad? Empieza con “cav” y termina con “allo”.

Finanzas, crisis social y captación del Estado parecen explicar el poderoso “nomás” que el viejo Scherer le arrancó a Zambada.

miércoles, 7 de abril de 2010

Organizaciones de periodistas denuncian la impunidad del Ejército de EE.UU.

El fotógrafo de Reuters, Namir Noor-Eldeen, muerto por los disparos de un helicóptero del Ejército de EE UU en Bagdad (AP)


Impunes pese a cometer crímenes ante los ojos de todo el mundo. El clamor no se ha hecho esperar por parte de organizaciones y afectados por el vídeo difundido por Wikileaks, en el que se puede ver a soldados estadounidenses disparando indiscriminadamente desde un helicóptero Apache contra un grupo de iraquíes, entre los que se encuentra el fotógrafo de la agencia Reuters, Namir Noor-Eldeen, y su conductor, Saeed Chmagh. Según la versión oficial de Washington, aquel 12 de julio de 2007 los militares estadounidenses respondieron a un ataque terrorista en Bagdad, pero las imágenes muestran a un grupo de personas desplazándose por la calle sin dar motivos aparentes de causar peligro.

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"La afirmación tiene un interés público directo y cuestionan la política de impunidad que tiene el Ejército de Estados Unidos en conflictos armados", asegura Benoît Hervieu, responsable del despacho de las Américas para Reporteros Sin Fronteras (RSF). La familia del fotógrafo ha reaccionado poco después de la difusión de las imágenes y ha asegurado que el vídeo "revela la verdad" de lo que realmente ocurrió en el ataque en Bagdad. "Si un incidente de estas características tiene lugar en Estados Unidos, incluso si el que fuera asesinado fuera un animal, entonces, ¿qué es lo que harían?", se pregunta el padre de Namir Noor Eldeen en el diario The New York Times.

La pregunta, lanzada al aire a modo de lamento por el padre del fotógrafo, también se la formulan Reporteros Sin Fronteras o el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). Ambas organizaciones saben que el verdadero paso, el decisivo, tiene que darlo la Casa Blanca. "La ley de acceso a la información de este vídeo y otros documentos deberían ser difundidos por el Gobierno de EE UU", afirma Hervieu. "El problema es que el proceso de queja y reclamación es muy lento. El paso sería conseguir una comisión de investigación por parte del Congreso, pero hasta que esto llegase se podrían destruir muchos documentos", añade el portavoz de RSF.

Sin información
El jefe de Reuters, David Schlesinger, ha dicho a través de un comunicado que el vídeo es un documento gráfico del peligro al que están expuestos los periodistas en zonas de guerra. "Continuamos trabajando por la salud periodística y llamamos a todas las partes implicadas a reconocer el importante trabajo que los periodistas hacen y el extremo peligro al que se exponen fotógrafos y cámaras", recoge el comunicado. Reuters pidió estas imágenes al Gobierno de Estados Unidos hace dos años. La agencia se acogió a su derecho a obtenerlas basándose en el Acta de Libertad de Información, pero nunca obtuvo respuesta. Esta ley federal, firmada en 1966, recoge que los ciudadanos tienen derecho a saber lo que el Gobierno y sus diferentes agencias están haciendo.A su vez, el Gobierno tiene el deber de proveer información completa de todos los archivos que no estén específicamente exonerados.

En el periodo de la administración de Bill Clinton se produjo un importante auge de las desclasificaciones, que se cerró radicalmente durante el mandato de George W. Bush, que alegaba motivos de seguridad nacional ante el terrorismo. Según Hervieu, el ex presidente Bush firmó en diciembre de 2007 una extensión de libertades en esta materia pero justo entonces desaparecieron 92 declaraciones y documentos que violaban los derechos humanos y ponían en tela de juicio la actuación del Ejército estadounidense en Irak, Afganistán o Guantánamo. "La gente sabe lo que ocurrió en Abu Ghraib, así que sería mejor que EE UU se reconciliase con la opinión mundial", asegura Hervieu.

Pero lejos de reconciliarse, mantiene su política de opacidad. Antes de llegar a la Casa Blanca, Barack Obama prometió dar transparencia a estos procesos y documentos clasificados, pero en mayo de 2009, presionado y cuestionado, se echó atrás. "Lo hizo en nombre de la seguridad nacional y evitar un sentimiento antiamericano en el mundo, pero no cumplió su palabra. Fue un error muy grave de Obama", afirma Hervieu.

"Comportamiento brutal"
Ante el ostracismo oficial de Washington, el brutal vídeo despierta los ánimos más encendidos. En mitad del mismo, se escucha a los soldados norteamericanos mofarse de las víctimas del ataque. "Oh, yeah, look at those dead bastards (Mira esos bastardos muertos)". Es la frase que se oye a uno de los pilotos del helicóptero después de atacar al grupo en el que se hallan Namir Noor-Eldeen y Saeed Chmagh. Este último logra sobrevivir a la primera ráfaga de disparos y, mientras se arrastra herido por la acera, los militares esperan la confirmación de volver a disparar contra él. Deciden hacerlo toda vez que llega una furgoneta a recoger al herido. Resultado final y oficial: 12 muertos ante amenaza terrorista.

La impunidad del Ejército de EE UU en zonas de conflicto no es nueva para la familia de José Couso, cámara de Telecinco muerto el 8 de abril de 2003 en el ataque de un tanque estadounidense contra el hotel Palestina, sede de la prensa internacional en Bagdad. Washington aseguró también en su momento que sus militares actuaban en defensa propia. "Lo que evidencia este vídeo para nosotros es el nulo respeto del Ejército de EE UU a los civiles, y por tanto a los periodistas. Las imágenes muestran un comportamiento brutal. Se asemeja al comportamiento nazi. A nosotros lo que nos preocupa muchísimo es la impunidad y también la reacción de los medios de comunicación", asegura Javier Couso, hermano del periodista fallecido.

Reporteros Sin Fronteras señala que entre 2003 y 2009 murieron 221 periodistas por fuego militar en Irak. Javier Couso, que hace hincapié en denunciar las atrocidades de los militares estadounidenses contra la población civil, afirma que hay una campaña sistemática para atacar e impedir el ejercicio independiente de la información en Irak. Y se lamenta sobre todo por la falta de aplicación de normas internacionales contra las tropas estadounidenses en el asesinato de su hermano y "tantos civiles que no son periodistas". "No se han tomado medidas contra los responsables de la muerte de mi hermano. El sargento sigue activo, los otros dos militares son profesores universitarios, pero no hay un procedimiento de procesarles. En vez de estar en búsqueda y captura, tenemos constancia de que han recibido medallas", explica Couso.

Publicado en El País (Madrid)

martes, 6 de abril de 2010

"Daño colateral": video muestra cómo matan en Irak a un fotógrafo de Reuters desde un helicóptero de EE.UU.



Versión con subtítulos (El Mundo, Madrid)

Hace tres años, 11 iraquíes —entre ellos, el fotógrafo de Reuters Namir Noor-Eldeen y su conductor, Saeed Chmagh— murieron en un ataque aéreo de las fuerzas de EEUU. Entonces, el ejército estadounidense dijo que habían respondido a un ataque "contra una fuerza hostil". Un video hecho público este lunes por la ONG Wikileaks cuestiona esta versión.

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El ataque, perpetrado por dos helicópteros de EEUU, se produjo el 12 de julio de 2007. Las imágenes tomadas desde el helicóptero que se dispone a atacar muestran a un grupo de hombres, entre ellos los dos trabajadores de la agencia —quienes habían ido a la zona tras oír hablar de un ataque militar a un edificio—, en un suburbio de Bagdad. "Cinco o seis" llevan armas, según informa uno de los soldados en la grabación, pero ninguno de ellos ataca a las tropas estadounidenses y las armas tampoco se ven. Los hombres ni siquiera parecen reparar en la presencia de los helicóptero.

Los soldados comentan que se ven armas y piden permiso para disparar. Uno de ellos indica que uno de los iraquíes está disparando, pero en el video sólo se ve a los hombres hablando entre ellos.

"Avísame cuando los tengas [a tiro] y dispara", ordenan al soldado que se encuentra en el helicóptero. A continuación, las tropas también disparan contra los ocupantes de una furgoneta que se acerca a recoger a un herido (único superviviente), identificado en el vídeo como el trabajador de Reuters Saeed Chmagh.

Una versión cuestionada

Al día siguiente, el ejército de EEUU dijo que los periodistas habían fallecido durante un enfrentamiento de sus helicópteros con tropas insurgentes. "No hay duda de que las fuerzas de la coalición estaban claramente en el medio de operaciones de combate contra una fuerza hostil", dijo al día siguiente un portavoz militar a "The New York Times" acerca de su intervención militar.

La agencia Reuters siempre ha cuestionado esta versión y hace dos años solicitó, sin éxito, que el ejército de EEUU le facilitase las imágenes. Tras el ataque, los editores de la agencia vieron las imágenes en una reunión "off the record", pero el Gobierno no les entregó la grabación.

Finalmente, el video ha sido difundido por Wikileaks —una ONG que filtra documentos a través de su web— y ha sido presentado este lunes, 5 de abril del 2010, en la sede del National Press Club, en Washington. Según Wikileaks, las imágenes han sido filtradas por fuentes militares.

En un comunicado recogido por The Huffington Post, la agencia Reuters ha confirmado la veracidad de las imágenes: "El video difundido hoy [por este lunes] a través de Wikileaks es una evidencia gráfica de los peligros que implica el periodismo y las tragedias que pueden producirse".

domingo, 4 de abril de 2010

El mito del eterno retorno



Por Jorge Elías (La Nación, Buenos Aires)

Si antes iba a aniquilar a los terroristas hasta "en el inodoro", ahora promete "arrancarlos del fondo de las cloacas". Con su renovado aviso, en un tono acaso más contundente que en 1999, Vladimir Putin confirma su convicción sobre la aparente necesidad de preservar con puño de hierro la seguridad en Rusia. Menos enfático y más prolijo, aunque no menos drástico, el presidente, Dimitri Medvedev, clama por reforzar las leyes tras los brutales atentados contra el metro de Moscú y el centro de la ciudad de Kizliar, en la república norcaucásica de Daguestán. Está claro que, desde mayo de 2008, el primer ministro conserva el poder y su protegido ejerce el gobierno. Está claro, también, quién manda.

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Es público y notorio que, por primera vez, las órdenes no salen de las entrañas del Kremlin. Putin, ex espía de la KGB, es primer ministro, después presidente, ahora primer ministro y, de seguir la secuencia, después presidente. Es de los que comen ajo: le gusta repetir. Y en estas circunstancias, las peores para cualquiera en sus zapatos, no se ve dispuesto a mostrar debilidad alguna. Con él, Rusia ha tratado de restaurar el dominio territorial, como sucede con el envío de tropas a la ex república soviética de Georgia, y de imponer su voluntad, como sucede con el corte en la provisión de gas a la ex república soviética de Ucrania.

El capitalismo autoritario requiere una política agresiva. La violación de los derechos humanos y las mordazas de la prensa, así como los crímenes de periodistas, son precios ínfimos que, según los principios de Putin, merecen ser pagados. De la guerra contra el separatismo checheno surge su liderazgo. No va a resignarlo ahora frente a un tal Doku Umarov, alias el Emir del Cáucaso, cuyas "leonas han rugido, desatando el temor en los corazones de los no creyentes".

Son las viudas negras, familiares de rebeldes del Cáucaso liquidados por el ejército ruso, que se inmolan en los atentados de Moscú y dejan un tendal de muertos y heridos. Medvedev se limita a tildarlas de "bestias, llanamente". Son las vísperas de la otra masacre, en Daguestán. Los blancos de un vehículo repleto de explosivos y un terrorista suicida son los mismos que en la capital rusa: el Servicio Federal de Seguridad (FSB), ex KGB, y el Ministerio del Interior. Esos sitios son tan simbólicos para Rusia como las Torres Gemelas y el Pentágono para los Estados Unidos.

Cada vez más fuerte

En la amenaza de una implacable represalia contra los terroristas reside la fortaleza de Putin: "Ya no es presidente, pero sigue mandando y los rusos lo aprueban y el mundo lo sabe -acierta en señalar Hinde Pomeraniec en su estupendo libro Rusos, postales de la era Putin -. Desde mayo [de 2008] regresó al puesto de primer ministro aunque no es el mismo hombre que llegó del hielo en 1999. Hoy no puede dejar de ser el líder de los rusos, aunque el presidente se llame Medvedev. Su grado de popularidad asombra y los que quieren verlo lejos del poder son minoría en el país".

Tan frío como él, el Osama ben Laden caucásico, de apellido Umarov, dice en la declaración en la cual se adjudica la autoría de los atentados en Moscú que son en "represalia por la masacre llevada a cabo por invasores rusos de los residentes más pobres de Chechenia e Ingusetia que estaban recogiendo ajo silvestre en el poblado de Arshty, el 10 de febrero de 2010, para alimentar a sus familias". Con su discurso despierta la admiración de Al-Qaeda. Las fuerzas especiales rusas del FSB, agrega, rematan a los inocentes a cuchilladas y, después, se burlan de los cadáveres. Las viudas de esos musulmanes se cobran ahora la venganza.

El nacionalismo pesa más que el islamismo en el Cáucaso. El apoyo externo, de haberlo, no responde a una causa en particular. En esa región, la guerra de Georgia y la anexión de Abjasia y Osetia del Sur representan una heroica victoria de Putin en 2008. En 2009 hay 460 atentados terroristas, atribuidos, en su mayoría, a la pretendida autodeterminación de Chechenia. Es la razón del alineamiento casi natural de Rusia con la lucha contra Al-Qaeda. Y es la razón de la cotización en alza de la imagen del actual primer ministro, impresa en imanes de heladera que tienen su fornida estampa, en traje de piloto, con el brazo en alto y una cita elocuente de Arnold Schwarzenegger en Terminator : "Volveré."

Su vuelta al Kremlin está prevista para 2012. En nada influyen los reclamos por inseguridad jurídica y corrupción que, en medio de la crisis económica, formula Medvedev. Son tan normales como la confusión entre uno y el otro. En su primera reunión con Putin, Barack Obama trastabilla en el reconocimiento "del extraordinario trabajo que ha hecho en representación del pueblo ruso en su rol anterior como primer minis..., eh, como presidente, y su actual rol como primer ministro".

En Rusia, el poder es dinero y el dinero es poder. Putin quiere gobernar como el dictador Stalin y vivir como el multimillonario Abramovich. Es una síntesis de ambos y ambos son una síntesis de él, que, en estas circunstancias, difícilmente tenga fecha de vencimiento.

“Con este ambiente que hay, en otra época ya hubiera habido un golpe”


Por Gabriela Vulcano (Crítica, Buenos Aires)

A pesar de sus 83 años, Osvaldo Bayer no deja de sorprenderse. “Estoy realmente emocionado. ¿Puede creer que esta semana en El Algarrobal, en el departamento de Las Heras, Mendoza, le van a poner mi nombre a una escuela de adultos?”, confiesa desde un sillón del living de su casa de Belgrano. Con su vida repartida entre Alemania y la Argentina, el historiador admite que jamás se imaginó un escenario político latinoamericano como el actual ni que el predio de la ESMA terminaría en manos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, entre otros organismos; y se anima a dar una pincelada de la dirigencia política argentina. Rescata a los diputados Martín Sabbatella y Fernando “Pino” Solanas, critica con dureza al resto de la oposición y reivindica la política de derechos humanos del Gobierno. “Con este ambiente que hay actualmente, en otra época, ya hubiera habido un golpe militar”, apunta. En el contexto de los fallidos debates parlamentarios, el autor de La Patagonia rebelde concluye: “Los políticos deberían realizar sesiones extraordinarias en el Congreso para hacerse una autocrítica sobre varios hechos del pasado”.

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–En los últimos dos años, apareció de nuevo la confrontación de ideas en el terreno público. ¿Por dónde piensa que pasa hoy la discusión política en nuestro país?

–He pasado todo tipo de gobiernos y de dictaduras militares y realmente estoy decepcionado del nivel de la discusión pública que tiene la Argentina. Se tendría que haber aprendido a defender las instituciones y hacer las críticas donde hay que hacerlas. Hay un deschave total en diarios y medios donde en sus tapas dicen que todo lo que hace el Gobierno está mal. Estoy de acuerdo con la crítica, mientras sea constructiva. Con este ambiente que hay actualmente, en otra época –cuando los militares eran muy fuertes– ya hubiera habido un golpe militar. Ya habrían salido los militares a la calle.

–¿Por qué eso no es posible ahora?

–Porque los militares están muy caídos después de la derrota de la última dictadura y del comienzo de los juicios donde se está juzgando a los criminales. En ese sentido, la democracia argentina ha dado un paso adelante. No existe el peligro militar, más allá de que si ciertas partes de la oposición llegaran al gobierno reverdecerían todo ese poder militar. Tampoco el Gobierno demuestra una línea de total seriedad. En vez de tomar los temas más importantes de nuestra sociedad, que son los que crean la violencia, se mete con discusiones como la de la deuda externa, que no es tan fundamental como la desnutrición y las villas miseria. A veinte cuadras de Plaza de Mayo, donde los argentinos declararon la palabra “libertad”, se propuso un nuevo país, y se aprobó el himno nacional que dice “Ved al trono a la noble igualdad. ¡Libertad, libertad, libertad!”, está la villa 31.

–¿Qué rescata de este gobierno?

–Lo que más rescato es su política de derechos humanos. Por primera vez en la historia se juzgó a los asesinos y los dictadores han ido a la cárcel. Después de la Obediencia Debida y el Punto Final de (Raúl) Alfonsín y del indulto de (Carlos) Menem, este gobierno está juzgando a los criminales. Es un paso adelante y también es una advertencia a los militares: “Ojo, que les puede esperar eso en un golpe futuro”.

–¿Qué opina de la oposición?

–La oposición sólo piensa en desprestigiar a este gobierno para llegar al poder. Hay dos políticos rescatables. Uno es (Martín) Sabbatella, que no está en la oposición, sino que hace una crítica constructiva. Él hizo dos gobiernos ejemplares en Morón. Es un ejemplo de cómo debería ser un político futuro. El otro es (Fernando) Pino Solanas, que toda su vida ha sido honesto y hace una gran defensa del patrimonio nacional, pero me parece que está exagerando la oposición a este gobierno, sin ir más a fondo en lo que va a hacer en su programa. (Hermes) Binner ha gobernado de forma muy honesta y democrática, sin embargo debería trabajar más lo social porque en Rosario siguen estando las mismas villas miseria que hace 50 años.

–¿Considera que en la actualidad existen distintas propuestas de modelo de país entre las fuerzas políticas?

–En lo social, los Kirchner han hecho algo, por ejemplo el descuento del 80% en los remedios para los jubilados, la asignación universal por hijo, etc., pero siempre dentro del sistema del peronismo. Modificar todo para no cambiar nada en el fondo. Los demás no tienen programa. (Francisco) De Narváez no tiene ninguna tradición política. El señor (Eduardo) Duhalde ya estuvo en el gobierno y no hizo nada. El señor (Julio) Cobos realmente es una figura muy lamentable. Si no le gustaba la línea de este gobierno, del que es vicepresidente, tendría que haber renunciado, y no pasarse a la oposición. Fue electo porque fue como vice de Cristina Kirchner. A Cobos no le veo altura moral. El radicalismo, que fracasó rotundamente con (Antonio) De la Rúa, debería hacerse una profunda autocrítica. En el último debate entre (Amado) Boudou y (Gerardo) Morales, quedó bien en claro que la UCR no tiene argumentos para criticar a los Kirchner.

–¿Qué mirada tiene de las actuales discusiones en el Congreso?

–Todo debate es importante. Discutir nunca es perder el tiempo. Yo sigo siendo un socialista libertario porque pienso que la única salida para eliminar las violencias es el socialismo, llevado en libertad. El problema es mundial. La historia no avanza. Países como Italia, con pensadores como (Antonio) Gramsci o (Pietro) Gori, hoy vota a (Silvio) Berlusconi, un personaje más bien ridículo; o la Francia de 1789 que gritaba “Libertad, igualdad, fraternidad”, hoy vota a (Nicolás) Sarkozy, que es una especie de monigote; o Alemania, que no soluciona el problema de la desocupación y la gente continúa votando a los conservadores.

–Sin embargo, en América Latina se da un proceso inverso al de Europa...

–Para los de mi generación, es un verdadero milagro lo que está sucediendo en Latinoamérica. Nunca nos hubiéramos imaginado algo así. ¡Las fantasías que tiene la realidad! Era impensable que en Bolivia fuera electo el primer representante de los pueblos originarios en la historia de Latinoamérica, o que en Ecuador esté Correa, o que en Venezuela esté Chávez, o que en Brasil haya sido elegido Lula, o que en Paraguay esté Lugo, incluso que en Chile haya gobernado una coalición donde estaba el Partido Socialista. Es un cambio rotundo. En Latinoamérica estábamos acostumbrados a los fraudes o las dictaduras militares.

–En relación con los juicios por los delitos de lesa humanidad, ¿considera que los Kirchner se apropiaron de los derechos humanos o, en realidad, el Gobierno tomó un histórico reclamo de un sector de la sociedad y lo transformó en una política de Estado?

–De ninguna manera coincido con quienes plantean que el Gobierno se apropió de los derechos humanos. Lo que ha pasado con la ESMA es otra fantasía de la realidad. Jamás ningún argentino se hubiera imaginado que el peor lugar de los campos de concentración hoy sea un centro de derechos humanos. Que el Gobierno les haya dado el predio de la ESMA a los organismos de derechos humanos es un paso positivo que nunca ocurrió en la Argentina. Por supuesto, no es mérito del Gobierno solamente, sino que lo han logrado los organismos de derechos humanos con su lucha. Si ellos no se hubieran movido, no habría pasado nada.

–En Alemania sucedió algo similar con los criminales nazis y los campos de exterminio. ¿En qué planos se avanzó allí y aquí aún no?

–En Alemania ocurrió lo mismo, se juzgó a los criminales de guerra, hasta los últimos guardianes de Auschwitz. A los autores a los que se les quemaron sus libros, el gobierno alemán les pagó esos libros quemados. A los escritores se les pagó el viaje a Alemania y se les dio un cargo en la cultura. Eso falta en la Argentina. En mi caso, si me hubieran indemnizado por los libros que me quemaron, habría donado el dinero a los organismos de derechos humanos. No se ha juzgado al teniente coronel Gorleri, que me quemó los libros en nombre de “Dios, la Patria y el hogar”. Después, en el gobierno de Alfonsín, lo ascendieron a general de brigada. El quemador de mis libros hoy goza de una pensión de general, cuando debería estar en la cárcel y pagar una indemnización.

–Ni la matanza de indígenas, ni los crímenes de la Semana Trágica, ni los bombardeos de 1955, ni los fusilamientos de José León Suárez han sido castigados. ¿Qué significa en términos histórico-políticos que se esté juzgando a los responsables de la última dictadura militar?

–Un paso adelante en la democratización del país. Aquí nunca el pueblo salió a la calle para defender a un gobierno democrático de una dictadura militar. Todos nuestros presidentes elegidos por el pueblo huyeron. Algunos, en forma patética. Jamás ninguno de los partidos gobernantes que llegó al gobierno nuevamente se hizo la autocrítica ni se preguntó cómo fue posible un golpe militar. Tampoco se han hecho la autocrítica sobre hechos desgarrantes de su gobierno, por ejemplo el radicalismo no se hizo una autocrítica respecto del crimen que cometió Yrigoyen con la Semana Trágica, ni con lo que ocurrió en la Patagonia con la masacre de los peones rurales. Tampoco se hizo la autocrítica por la matanza de los rancheros de La Forestal.

–¿Y el peronismo?

–El peronismo no se hizo la autocrítica sobre la Triple A o la matanza de Ezeiza. No sólo hay que investigar los crímenes militares sino los que se cometieron en los gobiernos democráticos para así poder avanzar. La autocrítica tiene que ser un arma de la democracia y no una vergüenza. El Partido Socialista también tiene que hacerse una autocrítica porque apoyó a las dictaduras. Los políticos deberían realizar sesiones extraordinarias en el Congreso para hacerse una autocrítica sobre varios hechos del pasado.

–¿El terrorismo de Estado fue posible por la impunidad en que quedaron muchos de los crímenes anteriores?

–Por supuesto, porque nunca se castigó a los culpables. En nuestro país no sólo se hizo la Campaña del Desierto, sino que se han hecho monumentos a esos genocidas. El monumento más grande de Buenos Aires no es a San Martín sino a Julio Roca. Está mirando a la Casa de Gobierno, como diciendo “¡Ojo, que yo estoy acá!”. Roca entregó 40 millones de hectáreas a 1.037 estancieros, que ya habían formado la Sociedad Rural. En 1879, Roca le entregó 2,5 millones hectáreas al presidente de la SRA de ese entonces, que era nada más ni nada menos que José María Martínez de Hoz, bisabuelo directo del ministro de Economía de la última dictadura.

–¿A qué atribuye los dichos de Duhalde sobre que es necesario hacer una consulta popular para saber si la población quiere que se continúe con los juicios?

–Es pura demagogia de Duhalde porque así cree que va a obtener votos. Pienso que va a obtener los votos de una parte de la población, que fue colaboradora de la dictadura o le fue muy bien en esa época y que no le importa si se mató a inocentes o se robaron niños. Es un modo de concentrar en él los votos antikirchneristas.

–A pesar que hay una vuelta del debate político, aún persiste el discurso de la antipolítica. ¿Por qué considera que es necesario revertir eso?

–Porque uno está en el mundo para pelear y lograr una sociedad con justicia y sin violencia, si no no tiene sentido. Estamos para la paz eterna, como soñaba el filósofo Kant.

–¿Usted encuentra algún atisbo de que vamos en ese camino?

–La señal puede venir de Latinoamérica, de los pueblos más explotados y empobrecidos.

Empresas, medios y Justicia en la dictadura

En el último acto del 24 de marzo, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, vinculó directamente a empresas y empresarios con el golpe militar. ¿Cree que es un modo de comenzar a profundizar en las verdaderas razones por las cuales se instaló una dictadura en nuestro país?

–Por supuesto, pero eso no se toca en general. Mercedes Benz, al igual que otras empresas, entregó a sus delegados y desaparecieron casi todos. Es muy triste todo eso. Ahora se van a publicar los nombres de todos los periodistas que colaboraron con la dictadura, encabezando por el señor Mariano Grondona. Diarios como Clarín y La Nación fueron los mejores colaboradores de la dictadura y no se los tocó para nada.

–Durante mucho tiempo no se habló de la relación del Poder Judicial con el terrorismo de Estado. ¿Por qué?

–Es una gran vergüenza de Alfonsín, quien debería haber sacado a todos los jueces que colaboraron con la dictadura, que fueron la mayoría. Y, en su lugar, tendría que haber puesto a quienes perdieron sus cargos por oponerse a la dictadura. Ningún gobierno elegido por el pueblo lo ha hecho. Es un defecto de la democracia que no se hayan saneado cuestiones fundamentales como ésa. También habría que meterse con los grupos financieros y económicos.