lunes, 12 de abril de 2010

El costo de la crisis en EE.UU. es menor a lo previsto



Por Deborah Solomon (Bloomberg)

Washinton.- El salvavidas que el gobierno de Estados Unidos lanzó para rescatar a compañías en problemas y los mercados financieros parece menos oneroso y prolongado de lo que se temía.
Las empresas que hace apenas unos meses funcionaban como zombies empiezan a devolver las inyecciones de recursos fiscales que recibieron en medio de la crisis financiera y el costo del rescate se ha reducido a una fracción de lo que se había estimado previamente.

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Funcionarios del Departamento del Tesoro de EE.UU. estiman que el costo final podría ascender a US$89.000 millones, una cuenta que incluye el Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés), las inyecciones de capital en los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, garantías de préstamos emitidas por la Administración de Vivienda Federal y medidas de la Reserva Federal como la compra de valores respaldados por hipotecas y el apuntalamiento del mercado de papeles comerciales.
El Departamento del Tesoro se siente cada vez más optimista de que incluso American International Group Inc. (AIG) funcione en forma independiente en un año. Según fuentes cercanas, el gobierno evalúa formas de desprenderse de su participación de 80% en la aseguradora. AIG se encamina a pagar el préstamo de la Fed a través de ventas de activos que recaudarán US$51.000 millones.
El Tesoro estadounidense, asimismo, planea vender su participación de US$32.000 millones en Citigroup Inc. mientras que General Motors Corp. da los pasos necesarios para devolverle al gobierno su inversión de US$6.700 millones y prepara su regreso a la bolsa en unos meses. Las dos empresas quedarían libres de restricciones estatales este año.
Hace apenas un año, la Oficina de Presupuesto del Congreso estadounidense y la de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca estimaron que el costo del paquete de rescate bordearía los US$250.000 millones. Sin embargo, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, dijo el mes pasado que la cifra llegaría a "menos de 1%" del Producto Interno Bruto. La proyección de US$89.000 millones es 42% más baja que el costo de la crisis de ahorro y préstamos que agobió a EE.UU. a finales de los años 80 y comienzos de los 90.
El precio más bajo de lo esperado refleja la veloz estabilización de los mercados financieros, lo cual ha ayudado a las empresas a devolver el dinero de los contribuyentes (a menudo con interés) y le ha permitido a Washington gastar menos en algunos programas de asistencia que lo que había proyectado.
El gobierno también recibe dividendos, pagos de intereses e ingresos por otros programas de rescate relacionados que varían desde el pago de 5% de interés anual sobre la deuda de US$1,5 billones (millones de millones) de Fannie Mae y Freddie Mac hasta US$4.000 millones provenientes de la venta de bonos de prenda (warrants) que recibió a cambio de sus participaciones en las empresas que recibieron fondos del TARP.
De todos modos, el costo directo del rescate palidece frente al impacto económico y político, dicen muchos expertos. Es probable que EE.UU. demore varios años en recuperarse de la miseria económica, el incremento de la deuda, la pérdida de ingresos fiscales y la agitación política desencadenada por la crisis financiera.
"Si se mira el precio de la crisis financiera… los costos del rescate son a menudo una pequeña parte", dijo Kenneth Rogoff, profesor de economía de la Universidad de Harvard y coautor de un libro sobre la historia de las crisis financieras.
El gobierno estadounidense, por ejemplo, aún suministra apoyo crítico a los mercados financieros y de bienes raíces. Y el Estado seguirá con una carga importante sobre sus hombros: con una inyección directa del gobierno de US$125.900 millones, se espera que Fannie Mae y Freddie Mac sigan dependiendo por años de las arcas fiscales. Ambas instituciones tienen una línea de crédito ilimitada con Washington.
De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso, se espera que las pérdidas relacionadas con los portafolios de inversión de Fannie Mae y Freddie Mac alcancen US$370.000 millones para 2020, aunque la cifra puede fluctuar dependiendo de la salud del mercado inmobiliario.
El malestar generalizado del público hacia los rescates ha complicado la capacidad del gobierno de Barack Obama de conseguir la aprobación de iniciativas clave en el Congreso, como la reforma financiera. "¿Cómo le pone un precio a la ira popular que ha contaminado la formulación de políticas económicas?", dijo Anil Kashyap, economista de la Universidad de Chicago, quien ha criticado el programa de rescate del gobierno estadounidense.
Los economistas señalan que las preocupaciones económicas y financieras han restado varios miles de millones de dólares a la recaudación tributaria. Los impuestos a la renta corporativos e individuales descendieron drásticamente, mientras que los impuestos a las ganancias de capital se han movido al son de los mercados bursátiles. Los ingresos del gobierno estadounidense para 2009 se ubicaron en US$2,1 billones, unos US$200.000 millones por debajo de lo proyectado por la Oficina de Presupuesto del Congreso.
De todas maneras, de los US$245.000 millones inyectados en los bancos, el gobierno ha recuperado US$169.000 millones hasta el momento y se estima que obtendrá una ganancia de US$8.000 millones.