“Lo que hay por ahora son tipos que aparecen en los medios, pero no una figura equiparable a Kirchner en la oposición”, analiza Jorge Lanata en entrevista exclusiva con Políticargentina. Como es su costumbre, el periodista reparte críticas a diestra y siniestra. De cara al 2011, imagina que el peronismo disidente se encolumnará detrás de Macri, que Kirchner intentará captar el voto de centroizquierda (“algo complicado porque él no es de izquierda”) y que el Acuerdo Cívico se fracturará antes de la elección. No descarta que el Gobierno termine antes su mandato. Y aunque se queja de la “campaña mediática cínica y atroz” en contra de la Ley de Medios, dice que “es una ley hecha en la facultad, conceptualmente interesante y teóricamente muy linda pero así como está impracticable”.
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- Hace un año decías en entrevista con Políticargentina que el Gobierno estaba muy débil y que no podría ir por la Ley de Medios.
- Es cierto, fue imprevisible lo que pasó. El Gobierno me sorprendió, cuando después de las elecciones todos creíamos que se iría antes de fin de año recuperó rápidamente la iniciativa. Se abroqueló, se encapsuló y fue para adelante con dos cosas marcianas como el fútbol y la Ley. Con un riesgo, que es el de creerse que esa es la única realidad. Y no es así: el Gobierno no ve que aumenta la desocupación, la pobreza, se vuelve al FMI… Hay otros temas que forman parte de la realidad y que está perdiendo de vista. Está peleando una batalla donde no había nada, la inventaron ellos. El tema es que todo lo demás sigue pasando, y la Argentina transcurre en “todo lo demás”.
- ¿Qué papel juega la oposición frente a eso?
- Kirchner pudo hacer esto porque no hay oposición, no hay una figura equiparable a él en la oposición capaz de articular un contradiscurso. Lo que hay son tipos que aparecen en los medios, pero no hay una oposición fuerte ni sólida.
- ¿Estás conforme con el proyecto de Ley?
- Es una ley hecha en la facultad, con todas las ventajas y desventajas que eso implica. Una muestra de ello es que en ningún lado dice “periodistas”: en el ámbito académico se habla de “comunicadores”. Yo apoyo la ley, es conceptualmente interesante y teóricamente muy linda, pero así como está es impracticable.
- ¿Por qué?
- Es un error confundir espectro con share (audiencia). Dividir el espectro no implica necesariamente tener audiencia. Se puede partir el espectro en mil pedazos, pero si no se ofrecen contenidos atractivos nadie los va a consumir. Un programa de 20 puntos de rating por algo los tiene. Exigir un 70 por ciento de producción local para las radios del interior está en teoría bien, pero en la realidad lo que pasa es que mucha gente del interior no quiere saber nada con radios locales y quiere contenidos nacionales. Para una radio chica del interior, pasar de ser una repetidora que vende tanda a tener que producir contenidos propios es complicado. No es todo tan automático, uno no abre una puerta y hay dos millones de personas mirando. Depende de lo que se ponga al aire, y por eso no pueden no contemplarse los contenidos. Está muy bien darle voz a las minorías, pero hay que ver cómo serán sustentables por sí mismas, a menos que se pretenda que el Estado asuma los costos.
Por otra parte, me parece bien desmonopolizar, pero en términos políticos hay que recordar que esto lo hizo alguien. A Frankenstein lo hizo el Dr. Frankenstein: los mismos que ahora quieren solucionar el problema son quienes antes lo permitieron. Me gustaría que la Ley también los alcance a ellos. Que Rudy Ulloa no pueda comprar Telefé, por ejemplo.
- ¿Cómo ves la reacción mediática frente a la iniciativa?
- Hay una campaña mediática atroz y cínica por todos lados en contra de la Ley. Escuchar a Romero y a Rodríguez Saa en lo de Mirtha Legrand hablando de libertad de prensa es increíble. Son ellos los dueños de radios, diarios y canales en sus ciudades. El argumento de los monopolios de que habrá menos voces es una mentira. Habrá más, porque habrá más dueños. Esa pavada de que TN puede desaparecer… es poco feliz usar así esa palabra, y quien la usa es el diario que más creció en la dictadura y que hacía la vista gorda frente a los desaparecidos. Y además es mentira, porque Clarín tiene que optar entre cable y aire. Si se desprende de Canal 13 puede tener hasta 10 TNs.
- ¿Cómo se posicionarán Kirchner y Scioli hacia el 2011?
- Kirchner cree que tiene un 30 por ciento de votos y pretende crecer desde ese piso. Con 30 por ciento no gana, así que intentará buscar el apoyo del voto de centroizquierda en sintonía con lo que hizo con la Ley de Medios. Es difícil, porque Kirchner no es un tipo de izquierda. Le va a costar a la centroizquierda apoyar a Kirchner porque tienen visiones muy distintas de la realidad.
Scioli aparentemente se jubiló a sí mismo, dijo que no será candidato. Creo que lo hace pensando en que en algún momento puede tener su propia carrera. Pero lo que no percibe es lo obsecuente que parece con Kirchner al dar un paso al costado frente a la sociedad.
- ¿Hay lugar para Macri y Reutemann en el mismo espacio?
- Creo que si alguien le gana a Kirchner será el peronismo por derecha, y eso puede querer decir Macri en el peronismo. No sería raro, no hay tanta diferencia entre el peronismo tradicional y Macri. Tienen una visión parecida del mundo, por algo se juntaron en Unión-PRO.
- ¿Qué va a pasar con las tensiones dentro del Acuerdo Cívico y Social?
- No creo que eso dure, no sé si llegan juntos a la elección. Es una de tantas alianzas coyunturales, de diez minutos, que no se mantienen de una elección a otra. Entre ellos no se bancan, no se hablan, y es una situación difícil de sostener en el tiempo. La desesperación une, pero no tanto.
- ¿Lo ves a Cobos presidente?
- Mucha gente apostaba al desgaste de Kirchner y a su salida del Gobierno para que hubiera una solución cobista intermedia. Es difícil que pase, pero yo todavía no lo descarto. Quisiera que el Gobierno termine su mandato, pero no tengo claro si sigue los dos años. Hay cosas a las que no les está prestando atención que tarde o temprano van a estallar. Es una cosa terrible a esta altura de la democracia, pero el Gobierno es el principal responsable de que se haya llegado a esa situación.
- ¿Duhalde está en condiciones de jugar algún papel importante hacia las elecciones?
- Duhalde quiere jugar, pero no es un tipo con carisma ni proyección nacional a nivel electoral. Puede ser un armador desde adentro, pero no más. Ese peronismo está en vías de extinguirse con los años, lo que pasa es que “los años” duran más de lo que uno quisiera. Quizás en 20 o 30 desaparezca, todavía no. Ese tipo de peronismo se sostiene porque sigue en el poder, pero así como ocurrió con el radicalismo, será un concepto político insostenible en el tiempo.
- ¿Hay alternativas progresistas viables a nivel nacional?
- Hay gente que labura bien y con buenas intenciones, pero quisiera verlos gobernando. El socialismo en Santa Fe y Sabbatella en Morón tuvieron buenas gestiones, pero no es lo mismo Santa Fe que el país ni Morón que Buenos Aires. Tendrían que tener un background de laburo ejecutivo que hoy no tienen. Es mucho quilombo tomar un país y decidir qué hacer con él. No tienen la gente ni los cuadros para hacerlo. Pero dentro de todo, creo que son los más encaminados. Lo de Pino Solanas me parece más declamatorio.
- ¿No hay que volver al FMI?
- No digo que no haya que volver, pero es gracioso que vuelva el Gobierno que decía que lo mejor que podía pasarnos era irnos. Pagaron la deuda por adelantado, armaron un gran quilombo con los holdouts y los bonistas, cagaron a todo el mundo para dejar de pagar, y ahora vuelven… es un papelón terrible. Vuelven porque no les queda otra, el Gobierno no puede aislarse del mundo. Pero eso tendrían que haberlo previsto hace cinco años, no ahora. Haberse aislado todo ese tiempo tiene un costo, no es gratis.
- ¿Está aflojando el Gobierno con el INDEC?
- Lo que pasa ahora es que justamente necesita volver al FMI, y para eso necesita que los números del INDEC vuelvan a ser más o menos creíbles. Entonces lo que está intentando hacer es dibujar el balance.