Por Juanjo Robledo (BBC Mundo)
Contrato indefinido y blindado frente a despidos, sueldo estable y buen horario. Así es el paraíso para miles de españoles que sueñan con ser funcionarios. España acaba de superar por primera vez los tres millones de empleados públicos. La crisis y el desempleo (20%) ha aumentado la competencia para obtener una plaza. ¿Puede un país vivir del empleo público?
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"Me cansé de la incertidumbre de mi trabajo. Era vendedor de muebles, viajaba por todo el mundo. Necesitaba un trabajo que me diera estabilidad para tener hijos y demás. Ahora soy profesor de formación profesional. Lo irónico es que aconsejo a jóvenes para que arriesguen y monten su propia empresa", señala a BBC Mundo el valenciano Guillermo Moyá.
Su plaza como funcionario la obtuvo después de preparar unos sesudos exámenes (oposiciones) durante un año.
"Nos presentamos miles de personas. Tuve suerte porque hay gente que lleva presentándose durante años", agrega. El desempleo galopante y sin final cercano que afecta a España (más de 4 millones de personas), empuja a muchas personas a esta decisión.
Miles de candidatos
La relación entre aspirantes y vacantes de trabajo es desproporcionada. El año pasado se presentaron más de 68 mil personas para 1.152 plazas como auxiliar administrativo. Igual en la policía, que tuvo 58 mil candidatos para 1.900 puestos como agentes.
En ambos casos se habilitaron edificios enteros durante varios días para que los aspirantes pudieran presentar las pruebas.
A pesar de la dura competencia, más de la mitad de los desempleados españoles está considerando preparar una oposición, una tendencia que se acentúa en la población joven (uno de los colectivos más afectados), según el grupo de Recursos Humanos Adecco.
Sólo la tercera parte de los jóvenes se plantea montar su propia empresa.
Administración descentralizada
"Hay personas que se arriesgan y se convierten en empresarios. Otras sin embargo prefieren la seguridad de trabajar para el Estado. Todo es respetable pero no es normal que haya 3 millones de funcionarios en un país con 18 millones de trabajadores. Alemania tiene la mitad de empleados públicos. Es un esquema insostenible, mucho más cuando crece el número de autónomos en paro o el cierre de empresas", señala el empresario Alejandro Suárez, directivo del grupo Publispain.
Pese a ello, la administración pública en España es doblemente atractiva por la descentralización. Cada una de las 17 comunidades autónomas tiene su propia plantilla de funcionarios. Además, según el reciente Eurostat, de 2000 a 2008 el sueldo de los empleados públicos españoles aumentó un 40% más que la media de la UE.
De los 3 millones de funcionarios, 1,7 millones (el 55%) trabajan para las comunidades. Otros 544.000 lo hacen para el gobierno central, 664.000 para los ayuntamientos y 152.000 para empresas públicas y universidades. Según el Ministerio de Economía la plantilla de funcionarios le cuesta a España US$180.000 millones al año.
¿Faltan funcionarios?
Para Vicenç Navarro, catedrático de políticas públicas de la Universidad Pompeu Fabra, "es lógico que el número de personas que trabajan en el sector público sea mayor que el número de empresarios y autónomos.
Esto ocurre en todos los países de la UE-15. El porcentaje de empleados públicos es mayor en Dinamarca (26%), o Suecia (22%), economías que están entre las más eficientes de la OCDE".
"El problema", agrega, "no es que el sector público español esté sobredimensionado, sino que está subdesarrollado. Y la mayor causa es la falta de ingresos al Estado. La mayoría de este fraude procede del mundo empresarial y financiero. Según las declaraciones de la renta, los empresarios ingresan unos US$9.000 dólares menos que los asalariados. Ningún otro país de la UE se encuentra en esta situación".
No obstante, en Francia, con 5 millones de funcionarios, el presidente Sarkozy quiere reducir esa cifra drásticamente. "Quiero un cuerpo de funcionarios menos numeroso, mejor pagado y con más perspectivas de carrera", ha señalado.
Reducción de la oferta
Rodríguez Zapatero, de momento, ha anunciado que reducirá un 10% la oferta de empleo público por el fuerte déficit.
"Lo paradójico en España son los ajustes. Cuando hay un cambio tecnológico hay un cambio en las ocupaciones. Ahora mismo el sector público necesita médicos pero los funcionarios que trabajan como secretarios no pueden transformarse en médicos. ¿Qué pasa entonces? Como los funcionarios tienen contratos blindados, la administración sigue sumando más funcionarios con el coste que ello supone", comenta a BBC Mundo Florentino Felgueroso, profesor de economía de la Universidad de Oviedo.
Para el colombiano Huberth Ramírez, nacionalizado español, la posibilidad de tener un trabajo de por vida en el sector público le parece fantástica. "He crecido en un entorno donde los cargos públicos se dan a dedo, no importa si la persona es la mejor o no. Todo el mundo me dice que es casi imposible sacarse una plaza pero estoy decidido", explica a BBC Mundo. Desde hace varios meses está preparando una oposición para guardabosques en Asturias.
"En la empresa privada puedes ganar más pero también te puedes encontrar un jefe explotador. Le echas horas y horas de trabajo y eso no te garantiza nada, te pueden despedir al día siguiente como me pasó a mi", agrega. Con todo, sabe que tiene suerte. Mientras prepara la oposición está cobrando el subsidio de desempleo.