miércoles, 24 de junio de 2009

Volvió el pesimismo: el mercado ve más lejos el final de la crisis

Por Javier Blanco (La Nación, Buenos Aires)

Los grandes inversores del mundo parecieron darse ayer un chapuzón de "realismo". Dejaron el lado el marcado optimismo con que venían evaluando las incipientes señales de recuperación que en las últimas semanas había comenzado a dar la economía mundial y volvieron a enfocarse en la pesada carga de problemas que dejará esta crisis y en la posibilidad latente de que la convalecencia resulte mucho más lenta de lo que algunos suponían.

El cambio en la percepción, azuzado en buena medida por un inquietante informe del Banco Mundial (BM) difundido ayer, hizo renacer las conductas precavidas y activó una ola de arbitrajes que perjudicó a todos los activos "de riesgo", en la misma medida en que benefició una revalorización global del dólar (para perjuicio de las cotizaciones de todas las materias primas que usan esa divisa como parámetro) y de los bonos emitidos por el Tesoro de Estados Unidos, emisor de esa moneda.

La reacción de los inversores quedó reflejada en un marcado retroceso de precios en Wall Street (sus principales índices se hundieron entre 2,3 y 3,35%, el peor resultado en más de dos meses), en el generalizado derrumbe de las plazas europeas (-3% en Francfort y París, -4% en Milán) y los rojos más estridentes de las bolsas de países emergentes, que llegaron al 5,3% en Perú, 4,07% en Buenos Aires, 3,95% en México y 3,66% en San Pablo, Brasil.

En este contexto adverso, no sorprendió a nadie que los papeles argentinos estuvieran entre los más afectados de la jornada, con depreciaciones que fueron de 3,6 a 8% entre los principales bonos de la deuda local, como en los casos del Boden 12 en dólares y el Bocon Pro 13 en pesos, por tomar algunos ejemplos.

Sin embargo, los analistas locales son cautos a la hora de poner el retroceso en un adecuado contexto. Recuerdan, por caso, que algunas de esas pérdidas resultaron amplificadas por "las subas realmente extraordinarias que habían registrado algunos de ellos, como el Boden 2015 y el PR13, títulos que mejoraron su cotización en un 100% en un plazo cercano a dos meses", apuntó Alejandro Vinitzky, de la consultora Maxinver.

El analista, empero, reconoció que "la cercanía de las elecciones y la reciente confirmación de un menor superávit fiscal (el viernes se supo que el saldo fiscal primario favorable se había derrumbado 85% en mayo) resultan excusas razonables para estas correcciones de precios, aunque se dan fundamentalmente por toma de ganancias".

Corrección de precios

Su colega Alejandro Bianchi, de InvertirOnline.com, en la misma línea argumental, adjudicó la fuerte corrección de precios global registrada ayer a la magnitud que alcanzó la sobrerreacción de los mercados de comienzos de marzo a la fecha, "cuando los datos económicos no habían mejorado a igual ritmo".

Pero en el caso argentino reconoció que hay "ruidos" locales que ayudaron a amplificarla en los bonos. "La depreciación gradual y constante de las variables económicas, que confirma una tendencia que se inició con la crisis interna del campo y luego se ha potenciado con la internacional, continúa. Y no ayuda en estos casos". razonó Bianchi.

El analista agregó a ese cóctel la incidencia electoral, que "se está notando en la dolarización de portafolios y la presión sobre el dólar. Hoy (por ayer) alcanzó los $ 3,795 en casas de cambio y los futuros locales, que pese a las intervenciones del Banco Central se negociaban en alza a diciembre a $ 4,052 en el Rofex, lo que refleja el deterioro gradual de las variables internas, sumado a la incertidumbre que genera el escenario político después del domingo, en un escenario internacional más complicado ahora que se admite mucho más posible una lenta recuperación", advirtió.

Su última referencia alude a la corrección a la baja que el BM introdujo en sus previsiones: ahora espera para este año una caída del 2,9% del producto bruto interno mundial, por una fuerte reducción en el crecimiento esperable entre los países en desarrollo.

Hasta marzo, el BM pronosticaba una expansión general del 2,1% en los emergentes, que ahora recortó al 1,2%, aunque advirtiendo que si el cálculo excluyera a China e India (los motores aún en funcionamiento) el resultado sería una contracción del 1,6% en estas economías.

Sus cálculos sorprendieron al mercado por el contraste que marcaron con los del Fondo Monetario Internacional. Después de todo, este organismo aún proyecta una contracción mundial del 1,7% para 2009, mucho más leve que la que difundió ayer el BM, lo que ayuda a entender el impacto que el nuevo dato tuvo en los mercados.