¿Está de moda ser ateo? A juzgar por algunos acontecimientos en varias partes del mundo, la respuesta podría ser afirmativa.
En el Reino Unido esta semana abrió un campamento de verano un tanto particular: a Dios no le está permitido entrar.
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Es que no lo organizan los scouts ni grupos religiosos.
Camp Quest es el primero pensado para jóvenes de padres ateos. La idea es fomentarles el pensamiento crítico a niños de entre 7 y 17 años y que disfruten un campamento "libre de dogmas religiosos".
Está "dedicado a mejorar la condición humana a través de la investigación racional, el pensamiento crítico y creativo, el método científico... y la separación de la religión y el Estado", aseguran los organizadores.
Los niños también jugarán, claro.
¿Nueva militancia?
La idea de este tipo de campamentos, que ya se realizan desde hace 13 años en Estados Unidos, coincide con una necesidad expresada por Richard Dawkins, biólogo evolutivo británico y uno de los principales defensores del ateísmo.
Dawkins, conocido por su beligerancia antirreligiosa, ha escrito el libro "La Falsa Ilusión de Dios", un manifiesto sobre la no existencia de un creador divino, y "El Gen Egoísta", entre otras obras.
Dawkins aboga por una nueva militancia que defienda el derecho de las personas a expresar libremente el hecho de no creer en Dios. Y que esto se traduzca en una mayor presencia de los no creyentes en la sociedad.
Ha emprendido campañas a favor del ateísmo y el libre pensamiento como la Out Campaign (Campaña para darse a conocer), donde se insta a los no creyentes a que "salgan del clóset" y se "liberen" porque, se asegura, "los ateos son más numerosos que lo que la mayoría de la gente piensa".
Pero no se trata solamente de darse a conocer. La idea es tener voz y voto en las discusiones sobre aspectos fundamentales en la sociedad. Así como cuando se hacen consultas para resolver dilemas se llama a grupos religiosos para que participen en el debate, cada vez más personas en todo el mundo están señalando que hace falta el punto de vista de quienes no tienen a un dios como punto de referencia de su código moral.
Esto además de asuntos más pragmáticos. Tradicionalmente las religiones han tenido un monopolio cuando se trata de acompañar a la gente en momentos cruciales de su vida. Los ateos están buscando una alternativa que le pueda ofrecer a quienes piensan como ellos una alternativa que no choque con su forma de pensar. Se trata, por ejemplo, de hacerle fácil a una familia en duelo marcar el momento con algún tipo de ceremonia que no les genere un problema moral.
Ateísmo sobre ruedas
El Reino Unido ya había mostrado estar a la vanguardia de estos movimientos cuando el año pasado los tradicionales autobuses de Londres empezaron a circular con clic un llamativo afiche.
"Probablemente Dios no existe así que deja de preocuparte y disfruta tu vida", podía leerse.
La campaña atea fue organizada por The British Humanist Foundation (Fundación Humanista Británica) y apoyada por Dawkins.
La idea fue imitada en algunas ciudades españolas, clic con Barcelona a la cabeza.
El promotor en la capital catalana fue Albért Riba, presidente de la Unión de Ateos y Librepensadores de España, que agrupa a siete asociaciones en todo el país.
"Parecía que éramos dos o tres"
Riba le dijo a BBC Mundo que el objetivo de la campaña fue "darle visibilidad a los ateos, que parecía que éramos dos o tres en España y debatir cuál era nuestro papel social, posicionarnos".
Aseguró que la Unión busca "transmitir que la moral de un ateo vale lo mismo que la de un católico. Eso la ciudadanía lo está empezando a entender pero la estructura eclesial, no".
Riba explicó que los objetivos son "defender la libertad de conciencia, luchar por un Estado laico y difundir el pensamiento ateo". También se "pretende pararle los pies a las religiones que tienen un alto grado de agresión y buscan imponer su forma de pensar".
Consultado sobre si existe una nueva militancia del ateísmo, Riba dijo: "No queremos ni podemos salvar a nadie, ni vamos a enviar misioneros para decir que la salvación es el ateísmo. No vamos a hacer militancia en ese sentido, sino para crear puentes de diálogo".
¿Qué pasa en América Latina?
La región cuenta, por ejemplo, con las dos mayores feligresías católicas del mundo: Brasil y México. Y otras religiones también mantienen una sólida presencia.
Sin embargo, en una zona tradicionalmente fértil para la creencia divina, el movimiento ateo avanza, lentamente, y ya cuenta con algunas organizaciones e iniciativas.
En Colombia los ateos han empezado a salir del clóset.
El "Manual de Ateología", escrito por 16 personalidades que niegan o dudan de la existencia de Dios se convirtió en un éxito de ventas, toda una sorpresa en un país donde el 90% de la población se declara cristiana.
En tanto, en Argentina, el año pasado se organizó el primer congreso de ateos.
Fernando Lozada, presidente del Congreso Nacional de Ateísmo, delegado de la Asociación Civil de Ateos en Argentina y promotor del evento, le dijo a BBC Mundo que "ahora la gente se anima más a decir que es ateo. Pasa lo que pasó con los grupos gays, la gente se anima a luchar por sus derechos, pero estamos en los inicios".
Lozada explicó que se busca, entre otras cosas, "lograr que el ateísmo no sea mal visto en la sociedad, que logre el respeto como cualquier otra ideología o religión".
Y le contó a BBC Mundo que en marzo de este año fue parte de una apostasía (negar la fe recibida en el bautismo y renunciar a la Iglesia Católica) en la que participaron 1.500 personas. "Como puede pasar con cualquier partido político o equipo de fútbol, uno debe poder desafiliarse".
Lozada, que había sido bautizado y renunció en este evento, aseguró que "lo vio importante como un movimiento político, como una manera de presionar. Que las leyes estén influenciadas por una moral católica no es totalmente democrático, hace que haya que militar políticamente, no en el sentido partidario proselitista, sino social".
Campamentos, autobuses y manuales... los ateos empiezan a mostrar su fervor (¿religioso? No, gracias), pero ¿estamos ante un nuevo movimiento?
Redacción
BBC Mundo
Camp Quest es el primero pensado para jóvenes de padres ateos. La idea es fomentarles el pensamiento crítico a niños de entre 7 y 17 años y que disfruten un campamento "libre de dogmas religiosos".
Está "dedicado a mejorar la condición humana a través de la investigación racional, el pensamiento crítico y creativo, el método científico... y la separación de la religión y el Estado", aseguran los organizadores.
Los niños también jugarán, claro.
¿Nueva militancia?
La idea de este tipo de campamentos, que ya se realizan desde hace 13 años en Estados Unidos, coincide con una necesidad expresada por Richard Dawkins, biólogo evolutivo británico y uno de los principales defensores del ateísmo.
Dawkins, conocido por su beligerancia antirreligiosa, ha escrito el libro "La Falsa Ilusión de Dios", un manifiesto sobre la no existencia de un creador divino, y "El Gen Egoísta", entre otras obras.
Dawkins aboga por una nueva militancia que defienda el derecho de las personas a expresar libremente el hecho de no creer en Dios. Y que esto se traduzca en una mayor presencia de los no creyentes en la sociedad.
Ha emprendido campañas a favor del ateísmo y el libre pensamiento como la Out Campaign (Campaña para darse a conocer), donde se insta a los no creyentes a que "salgan del clóset" y se "liberen" porque, se asegura, "los ateos son más numerosos que lo que la mayoría de la gente piensa".
Pero no se trata solamente de darse a conocer. La idea es tener voz y voto en las discusiones sobre aspectos fundamentales en la sociedad. Así como cuando se hacen consultas para resolver dilemas se llama a grupos religiosos para que participen en el debate, cada vez más personas en todo el mundo están señalando que hace falta el punto de vista de quienes no tienen a un dios como punto de referencia de su código moral.
Esto además de asuntos más pragmáticos. Tradicionalmente las religiones han tenido un monopolio cuando se trata de acompañar a la gente en momentos cruciales de su vida. Los ateos están buscando una alternativa que le pueda ofrecer a quienes piensan como ellos una alternativa que no choque con su forma de pensar. Se trata, por ejemplo, de hacerle fácil a una familia en duelo marcar el momento con algún tipo de ceremonia que no les genere un problema moral.
Ateísmo sobre ruedas
El Reino Unido ya había mostrado estar a la vanguardia de estos movimientos cuando el año pasado los tradicionales autobuses de Londres empezaron a circular con clic un llamativo afiche.
"Probablemente Dios no existe así que deja de preocuparte y disfruta tu vida", podía leerse.
La campaña atea fue organizada por The British Humanist Foundation (Fundación Humanista Británica) y apoyada por Dawkins.
La idea fue imitada en algunas ciudades españolas, clic con Barcelona a la cabeza.
El promotor en la capital catalana fue Albért Riba, presidente de la Unión de Ateos y Librepensadores de España, que agrupa a siete asociaciones en todo el país.
"Parecía que éramos dos o tres"
Riba le dijo a BBC Mundo que el objetivo de la campaña fue "darle visibilidad a los ateos, que parecía que éramos dos o tres en España y debatir cuál era nuestro papel social, posicionarnos".
Aseguró que la Unión busca "transmitir que la moral de un ateo vale lo mismo que la de un católico. Eso la ciudadanía lo está empezando a entender pero la estructura eclesial, no".
Riba explicó que los objetivos son "defender la libertad de conciencia, luchar por un Estado laico y difundir el pensamiento ateo". También se "pretende pararle los pies a las religiones que tienen un alto grado de agresión y buscan imponer su forma de pensar".
Consultado sobre si existe una nueva militancia del ateísmo, Riba dijo: "No queremos ni podemos salvar a nadie, ni vamos a enviar misioneros para decir que la salvación es el ateísmo. No vamos a hacer militancia en ese sentido, sino para crear puentes de diálogo".
¿Qué pasa en América Latina?
La región cuenta, por ejemplo, con las dos mayores feligresías católicas del mundo: Brasil y México. Y otras religiones también mantienen una sólida presencia.
Sin embargo, en una zona tradicionalmente fértil para la creencia divina, el movimiento ateo avanza, lentamente, y ya cuenta con algunas organizaciones e iniciativas.
En Colombia los ateos han empezado a salir del clóset.
El "Manual de Ateología", escrito por 16 personalidades que niegan o dudan de la existencia de Dios se convirtió en un éxito de ventas, toda una sorpresa en un país donde el 90% de la población se declara cristiana.
En tanto, en Argentina, el año pasado se organizó el primer congreso de ateos.
Fernando Lozada, presidente del Congreso Nacional de Ateísmo, delegado de la Asociación Civil de Ateos en Argentina y promotor del evento, le dijo a BBC Mundo que "ahora la gente se anima más a decir que es ateo. Pasa lo que pasó con los grupos gays, la gente se anima a luchar por sus derechos, pero estamos en los inicios".
Lozada explicó que se busca, entre otras cosas, "lograr que el ateísmo no sea mal visto en la sociedad, que logre el respeto como cualquier otra ideología o religión".
Y le contó a BBC Mundo que en marzo de este año fue parte de una apostasía (negar la fe recibida en el bautismo y renunciar a la Iglesia Católica) en la que participaron 1.500 personas. "Como puede pasar con cualquier partido político o equipo de fútbol, uno debe poder desafiliarse".
Lozada, que había sido bautizado y renunció en este evento, aseguró que "lo vio importante como un movimiento político, como una manera de presionar. Que las leyes estén influenciadas por una moral católica no es totalmente democrático, hace que haya que militar políticamente, no en el sentido partidario proselitista, sino social".
Campamentos, autobuses y manuales... los ateos empiezan a mostrar su fervor (¿religioso? No, gracias), pero ¿estamos ante un nuevo movimiento?
Redacción
BBC Mundo