viernes, 28 de agosto de 2009

Premio Nóbel de Economía: Argentina no se tiene que volver a endeudar con el FMI



"Volver a endeudarse con el FMI hará que comience un ciclo de irresponsabilidad en Argentina". Quien lo afirma es el ultra ortodoxo Edmund Phelps, considerado uno de los 100 economistas más importantes de la historia y ganador del Premio Nóbel de Economía en 2006 por demostrar que los salarios dependen de la inflación y del desempleo.

Nacido hace 76 años en Evanston, Illinois, cursó sus estudios en la Universidades de Yale, Pennsylvania y Columbia, en New York, donde culminó sus estudios en 1971. Trabajó para el Departamento del Tesoro, el Comité de Finanzas del Senado y la Reserva Federal norteamericana. También para instituciones extranjeras como el Observatorio francés de coyunturas económicas.

Quizá por estar casado con la argentina Viviana Montdor desde los años '70, Phelps no es una eminencia ajena a la realidad de nuestro país. En esta ocasión, desde sus oficinas en la Universidad de Columbia, en Nueva York, el economista considerado uno de los revolucionarios de la teoría económica clásica conversó con Criticadigital y remarcó la poca capacidad de nuestro sistema económico para ofrecer "recompensas al trabajo" y un clima desfavorable a los negocios y la innovación.
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- Argentina reanudó su contacto con el FMI. ¿Cree positivo que Argentina vuelva a recibir un préstamo del organismo?

- Sería un mal paso del Gobierno solicitarlo. Argentina debe esforzarse por demostrar que está decidida a dirigirse sobre bases fiscales sólidas y a pagar sus deudas. Endeudarse incrementará las dudas acerca de su buena voluntad para hacerlo e incluso sobre la capacidad de saldar sus deudas en el futuro, incluyendo las acreencias con el Club de París. Un nuevo préstamo del Fondo hará que comience un ciclo de irresponsabilidad que fue letal en el pasado para la economía de este país.

- Volvió el debate sobre la pobreza. ¿Por qué históricamente Argentina no logró traducir el crecimiento económico en mayor distribución?

- No creo que el problema de la pobreza sea el gran tema a resolver por los argentinos. La falla está en la incapacidad de encontrar un sistema económico que ofrezca recompensas por el trabajo.

- ¿Qué papel juega la política en ello?

- Argentina es conocida por no ofrecer buenas condiciones para los inversores, especialmente para aquellos que desean iniciar un negocio. Por ejemplo, las dificultades que se presentan en el rubro de la construcción, con la contratación y despido de trabajadores, el registro de la propiedad y las dificultades para importar y exportar. Es un rango de cosas que se deben aceitar.

- ¿La poca credibilidad de las estadísticas oficiales es una de esas cosas?

- Seguro que causa cierta incertidumbre, pero creo que es simbólico. Lo más determinante es que el inversor sienta que al Gobierno no le parezca importante producir y publicar una estadística confiable. Ya es suficientemente malo el panorama que provoca la crisis actual; ya hay suficiente incertidumbre sobre el futuro económico. Si además, el Gobierno no es claro en cuanto a las estadísticas, aumenta la sensación de desconfianza e incertidumbre.

- ¿Y la inflación?

- Tampoco creo que sea el gran problema a solucionar, hoy por hoy. El mayor inconveniente es, insisto, el mal clima para los negocios, que se traduce en falta de innovación.

- ¿Cómo lee la fuga de más de 40 mil millones de dólares de Argentina este año?

- Pone de manifiesto perfectamente el declive en la economía argentina en comparación con otros competidores. Si bien Argentina no está primera en corrupción, está en el puesto 109, según el “Indice de Percepción de la Corrupción” (Banco Mundial), en el que se clasifica a 180 países. Esto es muy malo desde todo punto de vista. Sobre todo, en comparación con otros países de América Latina como Chile, que está en el puesto 23, o Costa Rica, que está en el 47. Hay una sensación general de que no se está haciendo las cosas tan bien como Brasil, Chile y Colombia.

- Aldo Ferer, uno de los principales referentes económicos de las administraciones Kirchner, habla de “vivir con lo nuestro”. ¿Es imprescindible el capital extranjero para el desarrollo?

- El capital extranjero es muy importante porque generalmente trae know how. El conocimiento práctico que viene como valor agregado de una inversión. En segundo lugar, los argentinos no necesariamente invierten en su propio país. ¿Porqué deberían invertir en su propio país si es tan complicado? Por ende, lo pueden hacer en cualquier lugar del mundo que les dé mejores condiciones. Esto hace que trabajar en Argentina sea muy poco reconfortante.

- Uno de los pocos sostenes que le quedan al Gobierno son los sindicatos. ¿Cree que sumarlos a la mesa de discusión sobre el desarrollo es positivo?

- No se por qué los gobiernos son sospechados de no representar a los trabajadores. La abrumadora mayoría de votantes en países democráticos proviene de la clase trabajadora. Entonces no entiendo la figura del sindicato, cuando se supone que es el Gobierno el que debe velar por los intereses de los asalariados.

LO BUENO Y LO MALO. Para Edmund Phelps, la capacidad Argentina de seguir con oportunidades tras los avatares de las crisis internacionales se funda en el "tradicional nivel de su sistema educativo", en "la capacidad de mantenerse al margen de los conflictos bélicos" y en "la riqueza natural de la región".

Sin embargo, critica que "el sector de negocios no está bien posicionado, no hay generación de empleo, el desempleo está muy por encima de los valores aceptables, y los salarios no son tan altos como debieran".

"Mientras se hagan foco en la pobreza y en despilfarrar dinero para reducir las estadísticas, se estará haciendo un pésimo uso del dinero público", concluyó.