Por Neil Shah
(Wall Street Journal)
LONDRES.- El dólar podría estar listo para un repunte.
Durante meses, la moneda estadounidense ha pagado caro su papel de refugio seguro en momentos en que muchos inversionistas, contagiados por el optimismo del mercado, han optado por alternativas más arriesgadas. No obstante, la recuperación del viernes, luego de la divulgación de datos del mercado laboral mejores a lo previsto, podría ser el inicio de un cambio radical en la trayectoria del dólar.
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Algunos observadores opinan que la divisa verde se dispone a emprender una recuperación ahora que los inversionistas empiezan a dejar atrás la crisis y vuelcan su atención en las perspectivas de la economía estadounidense. Aunque es probable que se produzcan grandes oscilaciones en el corto plazo, algunos analistas sostienen que el dólar podría subir hasta un 15% contra otras monedas en los meses venideros. "El dólar se va a recuperar", señala John Taylor, director de FX Concepts, un fondo de cobertura de Nueva York. "La economía estadounidense está más preparada para soportar shocks que otras economías, especialmente en Europa", advierte.
Desde el comienzo de la crisis financiera en el tercer trimestre de 2007, el dólar ha sido preso de los volátiles vaivenes del mercado. Subió cuando imperó un clima de temor entre los inversionistas y bajó cuando aumentó el optimismo. Después de alcanzar su máximo poco después de la bancarrota de Lehman Brothers Holdings Inc., en septiembre del año pasado, la moneda estadounidense ha descendido 13% contra el euro y 19% versus la libra esterlina a medida que la sensación de temor se disipaba.
Más retornos
Ahora, sin embargo, algunos analistas creen que la divisa podría cambiar de trayectoria, pasando de ser un refugio seguro a un barómetro de la salud de la economía estadounidense frente a la de otros países desarrollados. Si EE.UU. evoluciona relativamente bien, la Reserva Federal (Fed) podría empezar a elevar las tasas de interés antes que otros bancos centrales, lo que aumentaría los retornos de los inversionistas que apuestan por la moneda de EE.UU.
El viernes, el dólar avanzó luego de que el Departamento del Trabajo reveló que la tasa de desempleo cayó inesperadamente a 9,4% en julio frente al 9,5% de junio. El alza rompió la tendencia de los últimos meses, cuando las noticias positivas de EE.UU. aumentaron el apetito de los inversionistas por el riesgo y, por ende, hicieron caer el dólar.
Otro motivo para esperar un repunte es la auténtica paliza que ha recibido el dólar últimamente. En los mercados de futuros, los inversionistas han apostado en contra de la moneda. Hasta el 28 de julio, las apuestas en contra del dólar en el Intercontinental Exchange superaban a las apuestas a favor de la divisa verde en más de 100.000 contratos, el mayor nivel en lo que va del año. Debido a ello, algunos analistas empiezan a creer que es hora de un repunte. "El ánimo hacia el dólar es el peor de la historia, lo que constituye una señal de que puede haber un cambio de tendencia", indica Taylor, de FX Concepts. Simon Derrick, analista cambiario de Bank of New York Mellon, subraya que el valor del dólar contra una canasta de monedas de países desarrollados está cerca de un 13% por debajo de su promedio de largo plazo, lo que sugiere que hay un potencial alcista importante.
El dólar, de todo modos, enfrenta escollos importantes en las próximas semanas. La Fed, por ejemplo, debe decidir esta semana si prolonga un programa para inyectar efectivo en la economía mediante la compra de bonos del gobierno con dinero fresco. Algunos podrían interpretar una extensión como una señal de que el banco central está preocupado por la sostenibilidad de la recuperación económica.
Además, el fortalecimiento del dólar podría restarle dinamismo a la recuperación, al quitarle competitividad a las exportaciones estadounidenses.
Desde el comienzo de la crisis financiera en el tercer trimestre de 2007, el dólar ha sido preso de los volátiles vaivenes del mercado. Subió cuando imperó un clima de temor entre los inversionistas y bajó cuando aumentó el optimismo. Después de alcanzar su máximo poco después de la bancarrota de Lehman Brothers Holdings Inc., en septiembre del año pasado, la moneda estadounidense ha descendido 13% contra el euro y 19% versus la libra esterlina a medida que la sensación de temor se disipaba.
Más retornos
Ahora, sin embargo, algunos analistas creen que la divisa podría cambiar de trayectoria, pasando de ser un refugio seguro a un barómetro de la salud de la economía estadounidense frente a la de otros países desarrollados. Si EE.UU. evoluciona relativamente bien, la Reserva Federal (Fed) podría empezar a elevar las tasas de interés antes que otros bancos centrales, lo que aumentaría los retornos de los inversionistas que apuestan por la moneda de EE.UU.
El viernes, el dólar avanzó luego de que el Departamento del Trabajo reveló que la tasa de desempleo cayó inesperadamente a 9,4% en julio frente al 9,5% de junio. El alza rompió la tendencia de los últimos meses, cuando las noticias positivas de EE.UU. aumentaron el apetito de los inversionistas por el riesgo y, por ende, hicieron caer el dólar.
Otro motivo para esperar un repunte es la auténtica paliza que ha recibido el dólar últimamente. En los mercados de futuros, los inversionistas han apostado en contra de la moneda. Hasta el 28 de julio, las apuestas en contra del dólar en el Intercontinental Exchange superaban a las apuestas a favor de la divisa verde en más de 100.000 contratos, el mayor nivel en lo que va del año. Debido a ello, algunos analistas empiezan a creer que es hora de un repunte. "El ánimo hacia el dólar es el peor de la historia, lo que constituye una señal de que puede haber un cambio de tendencia", indica Taylor, de FX Concepts. Simon Derrick, analista cambiario de Bank of New York Mellon, subraya que el valor del dólar contra una canasta de monedas de países desarrollados está cerca de un 13% por debajo de su promedio de largo plazo, lo que sugiere que hay un potencial alcista importante.
El dólar, de todo modos, enfrenta escollos importantes en las próximas semanas. La Fed, por ejemplo, debe decidir esta semana si prolonga un programa para inyectar efectivo en la economía mediante la compra de bonos del gobierno con dinero fresco. Algunos podrían interpretar una extensión como una señal de que el banco central está preocupado por la sostenibilidad de la recuperación económica.
Además, el fortalecimiento del dólar podría restarle dinamismo a la recuperación, al quitarle competitividad a las exportaciones estadounidenses.