Buenos Aires EconómicoLejos de las recetas neoliberales de su cuestionado predecesor George Bush, el gobierno de Barack Obama reafirmó que la base de la recuperación de su golpeada economía es apoyarse en la infraestructura, la educación y la energía.
Geithner, muy keinesiano, respaldó el rol del Estado en la economía
La visión de la política y la economía de Obama sigue ofreciendo novedades teniendo en cuenta que se trata del presidente de los EE.UU., un país que estuvo durante mucho tiempo bajo el paraguas de recetas neoliberales.
Sin dudas, las políticas antiguas en ese país, que tuvieron su base en los ’90, fueron el puntapié de la gran crisis que aún padece el mundo. Para el gobierno de Obama, esta caída en desgracia de la economía mundial puede tener salvación si se llevan adelante algunas políticas puntuales.
[+/-]Algo de esa idea fue delineada ayer por el secretario del Tesoro de EE.UU., Timothy Geithner, quien afirmó ayer en Arabia Saudí que la estrategia de su país frente a la crisis económica pasa por un respaldo del Estado a sectores como la infraestructura, la energía, la sanidad y la educación.
En un discurso ante empresarios saudíes en la sede de la cámara de comercio de industria de Yedah (Arabia Saudí), Geithner explicó que esa estrategia también incluye la recuperación de la confianza en el sistema bancario, la estabilización del sistema financiero y facilitar el crédito.
Geithner fue más allá y dijo que EE.UU. tiene la “responsabilidad especial” de ayudar a guiar al mundo a través de la recesión más grave en décadas. También puso paños fríos en el debate sobre si la crisis de la economía mundial tocó ya un piso o no, y destacó que mientras se produce la recuperación es probable que haya reveses.
“La fuerza de la recesión mundial comienza a ceder”, destacó Geithner, señalando que el Fondo Monetario Internacional ha modificado sus pronósticos de crecimiento en el segundo semestre del 2009 y a principios del 2010. “El comercio mundial apenas comienza a crecer nuevamente”, indicó.
Pero “el proceso de reparación y recuperación tomará un tiempo considerablemente mayor”, dijo Geithner, y agregó que dado el daño que la crisis económica infligió a nivel mundial, “parece realista esperar una recuperación gradual, con más altibajos de lo usual y reveses temporales”.
ESTRATEGIA. Las palabras de Geithner no se detuvieron sólo en hablar sobre sus perspectivas de la economía norteamericana. También desplegó un mensaje a los países en desarrollo. Geithner subrayó el papel que desarrolla el G-20 (países desarrollados y emergentes), en el que se encuentra Arabia Saudí, en crear una estrategia mundial para afrontar la crisis económica y elaborar una agenda para reformar el sistema financiero internacional.
En ese sentido, destacó que “Arabia Saudí tiene una voz importante en la cooperación para crear un marco más sólido que evite las futuras crisis financieras”.
Geithner alabó el desarrollo económico saudí, no basado exclusivamente en el petróleo, e hizo hincapié en los lazos de Washington con Riad, y con el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico, integrado por Arabia Saudí, Kuwait, Qatar, Omán, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos.
“Estos vínculos con los países de la región son parte de una asociación estratégica fuerte que une a EE.UU. con los países del Golfo”, afirmó el responsable estadounidense.
Tras su visita a Yedah, Geithner se trasladó a la ciudad industrial de Yambaa, en el oeste del país árabe, donde se entrevistó con el rey saudí, Abdulá bin Abdelaziz, con quien analizó varios asuntos de interés común. Geithner aprovechó para transmitir al monarca los saludos del presidente estadounidense, Barack Obama.
Geithner, que estuvo el lunes en Londres, dijo que el gobierno de Obama se ha comprometido a preservar la apertura de la economía estadounidense y reconoce el papel del país en dar aliento a los esfuerzos de recuperación mundial. Destacó además que EE.UU. asume “la responsabilidad especial que le compete” cuando se trata de proteger el valor del dólar.
Los analistas consideran que la visita de Geithner a Arabia Saudí, seguida de reuniones que se harán hoy con funcionarios de los Emiratos Árabes, constituye un esfuerzo crucial del gobierno de Obama para asegurar que continúe el respaldo de una región que ha pasado de ser productora de petróleo para convertirse una ascendente fuerza financiera.