Para ser el hombre llamado a dirigir el espionaje exterior británico desde noviembre próximo, sir John Sawers se ha revelado como un personaje chocantemente transparente a ojos del mundo. O al menos así lo debe de pensar su esposa, lady Shalley Sawers, que ha descargado en su página personal de Facebook una larga lista de fotografías familiares en las que se puede ver al jefe de los James Bonds luciendo tipo en bañador, posando con la hija y los dos hijos del matrimonio, con las novias de los chicos, etcétera. Los amigos de la pareja no dudan en felicitar públicamente a sir John por su nuevo empleo, un trabajo que en tiempos no tan lejanos estaba rodeado de misterio y secreto.
No faltan detalles que un espía más vulgar quizá desearía guardar para sí: desde la localización de su piso familiar en Londres a detalles personales sobre sus hijos o sobre el padre de sir John, o incluso numerosas pistas sobre las amistades que frecuentan o las relaciones de un medio hermano de su mujer con el historiador filonazi David Irving.
La señora Sawers no había introducido ningún tipo de seguridad en el acceso a su página, a la que podía acceder cualquiera de los 200 millones de usuarios que utilizan el portal londinense de Facebook.
Según el diario The Mail on Sunday, que publicaba ayer la información y numerosas fotografías extraídas de Facebook, el acceso a la página de Internet quedó bloqueado en cuanto el rotativo contactó con el Foreign Office para recabar su opinión sobre el asunto. El diario saca la conclusión de que, hasta entonces, la diplomacia británica no se había percatado de lo pública que era la vida privada de su actual embajador en Naciones Unidas y futuro jefe del MI6, que será conocido por el nombre clave de "Mister C".
El rotativo londinense llega también a la conclusión de que el mismo sir John no se había dado cuenta de los riesgos de abrir una ventana al mundo sobre su vida privada y que eso pone en tela de juicio su capacidad para dirigir el espionaje exterior británico.
El jefe del Foreign Office, David Miliband, intentó ayer quitar hierro al asunto. "¿Y con esa noticia abren sus informativos? El hecho de que esa foto muestre al jefe del MI6 en bañador. Uauh, qué excitante", comentó despectivamente al ser preguntado por el asunto en una entrevista con el periodista Andrew Marr en su habitual programa político de la mañana de los domingos. "Sabemos que utiliza un bañador tipo speedo, pero eso no es ningún secreto de Estado, por el amor de Dios", añadió, sarcástico.
"Es un gran profesional que hará un gran trabajo en una organización sobresaliente", aseguró el jefe de la diplomacia británica, cortando así de raíz las especulaciones sobre la conveniencia de replantearse el nombramiento de sir John Sawers.
A punto de cumplir 54 años, es uno de los pocos diplomáticos llamados a dirigir el MI6, en el que empezó su carrera hace 20 años, aunque ésta se ha cimentado más en la diplomacia que en el espionaje. Consumado bailarín, en buena forma y cómodo ante cámaras y micrófonos, sir John disfruta afrontando a la prensa tras las reuniones del Consejo de Seguridad, en el que representa al Reino Unido desde hace dos años, y ha destacado por su conocimiento de la cuestión nuclear en Irán. Consejero de Tony Blair entre 1999 y 2001, fue embajador en Egipto de 2001 a 2003.